Knock Knock TikTok

Por Santiago Hernández y Federico Chalimoniuk

Mientras escribimos este artículo, Maria Eugenia Vidal anuncia que estaría creada su cuenta de TikTok. Es la cuarta referencia de Cambiemos que se suma a esta red social. Ya están en ella Horacio Rodríguez Larreta, Patricia Bullrich y Diego Santilli.

Podríamos decir rápidamente, en coincidencia con cierta teoría del comportamiento electoral, que en la medida en que la identificación ideológica de un votante con un partido sea más fuerte, menor será la posibilidad de que modifique el sentido de su voto y, por tanto, serán menos receptivos a estímulos. En un escenario donde hay un aumento del descreimiento e indecisión de una parte de la sociedad, podríamos inferir a la inversa, afirmando que la campaña electoral tendrá un peso mayor en la decisión de los votantes. En las elecciones de este año en nuestro país es seguro que tendrán un protagonismo importante las tácticas electorales a través de tecnologías digitales, y en ese marco, el trabajo que las opciones políticas hagan a través de redes sociales repercutirá de alguna manera en los resultados. En este escenario, TikTok aparece como una geografía más del territorio digital que, como sucedió con twitter, Facebook e Instagram antes, es apropiado y procesado por la acción política.

Para estas elecciones de medio término parecieran converger dos elementos que forzarán a muchos políticos y quizás a algunos estrategas electorales a mirar hacía TikTok. Por un lado, cierto consenso acerca de que una porción del electorado joven está en disputa (un sector que representa un tercio del padrón); y por otro, una importancia relativa mayor del territorio digital en tiempos pandémicos.

TikTok fue pensado para usuarios que cuentan con teléfonos inteligentes. Pobres, abstenerse.

La red de la nota musical tuvo su hit político cuando los organizadores de la campaña de Donald Trump vieron que el acto con el entonces presidente de EEUU no iba a colmarse de simpatizantes. En lo que podría considerarse la broma electoral de más alto nivel en Estados Unidos, los usuarios de TikTok y los fanáticos de los grupos de música pop coreana afirmaron haber registrado cientos de miles de entradas para el mitín de campaña de Trump como una broma.

TikTok es una red social que tiene algunas características propias que la hace proclive a ser elegida por los jóvenes: 1) resultaría fácil ser creativo y ver el trabajo de los demás, no hay lugar para el relleno porque el video no puede durar más de 60 segundos; 2) está diseñado para una generación que no vio televisión y pensada íntegramente para teléfonos inteligentes; 3) facilita la expresión colectiva (política, estética, etc.) de los jóvenes, es decir, les permite conectarse deliberadamente con una audiencia de ideas afines mediante el uso de recursos simbólicos compartidos, sean estos físicos, visuales o hashtags; 4) respecto a la expresión política de los jóvenes, en el #blacklivematters, la protesta de las empleadas domésticas keniatas en Arabia Saudita o los conflictos en la india y recientemente en Colombia, es que la expresión política a través del diálogo o del conflicto, se procesa a través de un tamiz personal íntimo de identidades y experiencias de los jóvenes, asociada a una identidad social determinada. Y el hilo narrativo de estas expresiones en tiktok se vincula fuertemente a lo vivencial; 5) el algoritmo predictivo de Tiktok envía videos que supone que serán del gusto del usuario, no es necesario buscar ni saber a quién mirar.

De cara a nuestras elecciones, el uso de TikTok depende de cómo se procese en cada cuarto de campaña, está claro que en cada elección aparecen gurúes que anuncian que una elección será determinada por el uso de tal o cual plataforma como Sócrates sentenció que la escritura como nueva tecnología condenaría a muerte a la sabiduría. Y también abundan los negacionistas que creen que nada de esto incide de manera significativa en un resultado electoral.

Siempre aparecen gurúes que anuncian que una elección será determinada por el uso de tal o cual plataforma.

Nosotros queremos destacar que si se comprenden sus características, no se puede prescindir de esta red en cualquier estrategia electoral que se defina. No debería pensarse que TikTok sea poco serio, o que banaliza, decir cosas serias todo el tiempo seriamente no siempre funciona. No nos referimos a un uso cómico o naif para expresar nuestra visión, sino lograr, aunque sea limitada, una activación y movilización que se le atribuye a esa forma sublime de comedia que es la sátira. Si bien el posicionamiento de los marcos electorales que entren en disputa no se realizará desde esta red, no podemos descartar que puede usarse como multiplicador potente de contenidos virales. Como ejemplo tenemos los 64 millones de reproducciones en torno al hashtag #andresnomientasotravez que instaló Guillermo Lasso en el debate presidencial contra el candidato correista Andrés Arauz, que se convirtió en una tendencia que limaba la credibilidad del candidato progresista.

El campamento cambiemita ya decidió sumergirse en TikTok. Un análisis del uso que le están dando, indica que su estrategia es mantener un hilo conductor en torno a una horizontalización del vínculo a través de la “conversación” con la juventud con la cual los canales tradicionales parecieran estar obsoletos. Ven allí una oportunidad de construir compromisos con un sector que les ha sido esquivo, han por lo menos logrado llamar la atención que no es poco. No necesariamente tendrán éxito, pero bien vale el intento ante un Frente de Todos que por ahora no ha decidido dar la pelea en este tablero.

Este artículo fue publicado por primera vez en el número 52 de Contraeditorial

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