Por Arístides Silvestris y Betiana Vargas
Existen iniciativas pueden contribuir y acompañar al desarrollo regional, fomentando e impulsando la articulación con otros sectores, facilitando el uso de estos servicios a pymes, cooperativas, organizaciones sociales, sindicatos, universidades y diferentes partes del Estado
Con el pasar de los años se ha ido evidenciando que los cambios tecnológicos y culturales ocurren cada vez más rápidamente. Estamos en un mundo que requiere cada vez más de la digitalización y virtualización de la economía; donde la conectividad y el acceso a la información ha dejado de ser algo optativo para pasar a ser esencial. Esta necesidad de estar conectados a Internet junto al uso de las soluciones digitales se ha convertido en un modo de vida, incluso se encuentra destacado como uno de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de las Naciones Unidas. La pandemia fue el gran catalizador de esta tendencia, develando la brecha digital que existe en todo el mundo.
Esta situación se ha acentuado en regiones como América Latina y África. En algunas áreas, el despliegue de infraestructura a gran escala no es económicamente rentable, especialmente en regiones con baja densidad de población. Sin embargo, en estas áreas, existen algunas estrategias para lograr el acceso mediante el despliegue de redes inalámbricas en malla instaladas por las comunidades de manera autónoma, y estas comunidades finalmente recurren a empresas satelitales o cooperativas para lograr la conectividad con el resto de Internet.
Argentina, no está exenta a esta problemática, enfatizado por la gran extensión del territorio, las cooperativas han logrado solventar la demanda con su limitado poder de negociación contra las pocas empresas mayoristas de tráfico internacional. Este último detalle ha sido solventado con la Red Federal de Fibra Óptica (REFEFO) provista por ARSAT, que nació en 2010 como parte del plan “Argentina Conectada”, para poder hacer llegar el servicio de Internet a cada rincón del país a un precio razonable junto con su conjunto de satélites geoestacionarios. El pasado 8 de junio, se firmó un convenio marco de cooperación y colaboración entre la Jefatura de Gabinete de Ministros, el Ministerio del Interior y la empresa argentina de soluciones satelitales ARSAT, para llevar conectividad desde la REFEFO a 13 cruces internacionales con países limítrofes en centros de frontera contra Bolivia, Brasil, Chile, Paraguay y Uruguay. Esto permitirá aumentar la capacidad, reducir la latencia, mejorar el acceso y bajar los costos de tráfico de manera significativa.
El jefe de Gabinete, Santiago Cafiero indicó que todo forma parte de un “plan con una inversión muy fuerte en estructura de conectividad, en todo el territorio nacional”, agregó que de la mano de ENACOM se encuentran “trabajando con empresas de telecomunicaciones para brindar servicios de mayor acceso y más económicos para toda la ciudadanía”.
El ministro del Interior, Eduardo de Pedro, expresó que se pretende “lograr la sinergia entre las áreas del Estado, del Gobierno nacional, municipal y provincial, para generar mejor atención y servicio”.
La secretaría de Innovación Pública, Micaela Sánchez Malcolm explicó que “los puntos de frontera y de traspaso de ciudadanos van a estar conectados a Internet con acceso a la información, servicios y las tramitaciones que requieran, pero además esto implica la llegada de la red federal y estatal de fibra óptica y una posible conexión con servicios internacionales del otro lado de la frontera”.
Este hito no es algo menor, tal como precisó el presidente de ARSAT, Pablo Tognetti: “Es un primer paso para algo muy importante que es nada más y nada menos que llevar conectividad a todos los centros de frontera”.
En el mismo sendero el 12 de julio, el presidente, Alberto Fernández, junto al intendente de Ushuaia, Walter Vuoto, lanzó el programa Conectar Igualdad Ushuaia, donde el presidente remarcó que “es central para la educación del futuro y del presente acceder a una notebook y a la conectividad porque tiene que ver con el desarrollo”.
El programa Conectar Igualdad ya entregó netbooks en más de 11.500 escuelas.
Recientemente, el 9 de agosto, se anunció una segunda edición del Plan Argentina Programa del Ministerio de Desarrollo Productivo de la Nación y la Cámara de la Industria Argentina del Software (CESSI). Las inscripciones se abrirán el mes de septiembre, ofreciendo una capacitación en dos etapas: un curso gratuito y virtual de 2 meses sobre introducción a la programación más una cursada en modalidad mixta durante 6 meses con contenidos específicos según los perfiles más demandados por el sector.
La participación en este programa permite a cada joven que cumpla con los requisitos de la capacitación acceder a una tarjeta del Banco Nación con $100 mil de subsidio para adquirir computadoras y una conexión gratuita a Internet a modo de estímulo provista por tarjetas de ENACOM. Durante el acto, el presidente también agregó que “es impensable vivir en un mundo donde la conectividad no llegue a todos. Se enojan porque digo que Internet es un servicio público… ¡que se enojen! Porque vamos a hacer de Internet un servicio público para que llegue a todos los argentinos y las argentinas y que no nos estafen ni nos roben con las tarifas”. Estos anuncios no fueron de agrado para todos, ya que hay muchos intereses en juego, y es por ello que fue cuestionado por muchos medios de comunicación y atacado en varias redes sociales.
En contraposición a estas reacciones, el 11 de agosto, el senador Alfredo Luenzo, presidente de la Comisión de Medios de Comunicación y Libertad de Expresión del Senado, presentó un proyecto de ley para declarar a internet como servicio público esencial bajo número de expediente 1802/21, aclaró que “el proyecto está redactado en espejo con el decreto 690. No nos vamos a apartar de ese criterio. La idea es que salga por ley para que no sea objetado ante la Justicia como lo fue el decreto” y precisó que mientras “la Capital vive una situación natural en su relación con internet, pero esta no es la situación que se vive en el interior”, “la brecha digital es alarmante en el interior; hay provincias como Formosa donde el 30% tiene acceso a la conectividad, en provincias de la Patagonia es del 40, 50%. Esto implica estar excluidos del sistema”.
Cabe destacar que el DNU 690/20 tuvo como objetivo garantizar el derecho humano de acceso a las Tecnologías de la Información y las Comunicaciones (TIC) como ya fue mencionado en Derecho a la conectividad y a la comunicación ¿quién inclina la balanza de lo esencial?
Los hechos del Gobierno demuestran una clara intención para fortalecer uno de los sectores más importantes de esta nueva Era de Economía del Conocimiento, potenciando y brindando herramientas para las nuevas generaciones, potenciando trabajos de calidad y productos o servicios con gran valor agregado.
Estas iniciativas pueden contribuir y acompañar al desarrollo regional, fomentando e impulsando la articulación con otros sectores, facilitando el uso de estos servicios a pymes, cooperativas, organizaciones sociales, sindicatos, universidades y diferentes partes del Estado; brindando la posibilidad de crear programas de capacitación, talleres y pasantías para jóvenes, garantizando una fuente laboral de calidad en el corto plazo.
Frente a estos desafíos, resulta fundamental la articulación entre sectores de la forma más heterogénea posible, haciendo cada vez más denso el entramado productivo para generar trabajo de calidad en todas las regiones del país. ¿Qué otras herramientas serán necesarias en esta nueva Era?
Este artículo fue publicado por primera vez en Ámbito Financiero